La Psicología Educativa es la rama de la Psicología que se encarga de estudiar el aprendizaje y el desarrollo humano en el ámbito de la educación. Por tanto, el objetivo de los profesionales es que los estudiantes mejoren y/o mantengan sus resultados académicos. Dicho de otro modo, la Psicología Educativa analiza de qué manera aprendemos y/o enseñamos, y busca los mejores métodos y programas de estudio para optimizar los modelos educativos. Además, la Psicología de la Educación no solo se ciñe al ámbito escolar, sino que sus principios teóricos y prácticos también se pueden aplicar en otros contextos, como la salud o la familia, ya que las tres áreas están relacionadas e involucradas en el desarrollo adecuado y el bienestar del menor.
Algunas de las funciones de los psicólogos educativos son:
- Evaluar el historial del caso: revisar las evaluaciones de otros profesionales, resoluciones judiciales, órdenes de protección, y, en general, acceso a informes e información médica, psicológica, académica, de los niños y adultos.
- Aconsejar y capacitar a los profesores y educadores influyendo en los métodos de enseñanza, especialmente en el apoyo a estudiantes con necesidades específicas, tanto académicas como conductuales (por ejemplo, dislexia, hiperactividad, déficit de atención, conducta negativista desafiante, discalculia, altas capacidades…).
- Asesoramiento familiar. Hacer un seguimiento a los alumnos mediante coordinaciones con sus padres para enseñarles la forma de actuar en casa, ya que es de vital importancia que las familias se involucren y den continuidad en su hogar a las propuestas educativas.
- Realizar evaluaciones a los menores. Se trata de estudiar y analizar las diferentes características de los estudiantes para favorecer su desarrollo y crear una mejor experiencia educativa.
- Asesorar a los alumnos, contribuyendo al desarrollo de competencias, la determinación de proyectos personales y vocacionales. Ayudar a adquirir hábitos de estudio personalizados, recibir información sobre profesiones, herramientas para la búsqueda de empleo, etcétera.
- Fomentar la motivación de los estudiantes, la cual es algo más que la predisposición. Esta tiene que ver con los objetivos y aspiraciones personales, y es ahí donde se centra la intervención, en ayudarlos a establecerlos, clarificarlos y desglosarlos en pequeños pasos a seguir hasta conseguirlo, es decir, elaborar un plan de acción.
- Prevenir, detectar y atender situaciones personales, familiares o sociales que puedan afectar el proceso de enseñanza-aprendizaje.
- Proporciona un plan de intervención en base a los resultados de la evaluación previa para tratar las dificultades observadas y fomentar su adaptación al medio social y educativo de forma adecuada.
Desde nuestro gabinete, aplicamos un programa educativo con un enfoque integral, analizando las características de cada estudiante de manera individual y adaptada, con objeto de optimizar su desarrollo y aprendizaje, centrándonos en los procesos cognitivos básicos (atención, memoria, velocidad de procesamiento…), la inteligencia, creatividad, motivación, habilidades de planificación y organización, y las habilidades sociales y comunicativas.
La educación es un factor que determina el avance de los niveles de bienestar de las sociedades, ya que amplia conocimientos, favorece el razonamiento desde edades tempranas, motiva la creatividad, desarrolla las habilidades personales, incentiva la comunicación y el intercambio de ideas, favorece el acceso a mejores niveles de empleo y potencia el desarrollo del individuo.
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